El repertorio de La Guirlande se centra en aquella música del siglo XVIII y XIX donde la flauta desempeña un papel fundamental: desde la sonata para flauta, hasta el concierto solista, pasando por todo tipo de combinaciones de música de cámara.

El principal objetivo: conseguir una interpretación del repertorio lo más cercana posible a la idea original de cada uno de los compositores, a través del uso de instrumentos originales o réplicas de los mismos, y un riguroso estudio histórico de la práctica interpretativa a través de diferentes tratados y fuentes.

Hablamos con Luis Martinez Pueyo, fundador y director del grupo, a su paso por el Festival Muribalta.

Pregunta. ¿Por qué especializaros en interpretación historicista de la música en el periodo de los siglos XVIII y XIX? 

Respuesta. La principal razón que nos impulsa a especializarnos en este campo viene siempre de la busqueda de interpretar la música de una manera diferente a lo que se enseña tradicionalmente en los conservatorios. Son interpretaciones históricamente informadas, para las cuales hemos tenido que leer muchas fuentes tanto primarias como secundarias que nos aportan conocimientos de la práctica interpretativa de cada momento y lugar particular

P. ¿Qué requisitos son imprescindibles a nivel musical para que vuestro repertorio suene y se interprete a esos niveles tan cuidados y de calidad? 

R. Estudio constante, tanto del instrumento a diario, como de textos y fuentes que aporten conocimientos que luego puedas aplicar a la hora de tocar un repertorio determinado. Además, el uso de instrumentos originales de la época, o de copias de los mismos, es un elemento clave en nuestras interpretaciones. 

P. Explícanos un poco, ¿qué significado tiene La Guirlande?

R. La Guirlande toma su nombre de uno de los principales símbolos del Dios Apolo, signo de gloria y reconocimiento en las artes, la sabiduría, y los juegos. El grupo nació de la necesidad de crear un ensemble cuyo repertorio esté focalizado en la flauta travesera del barroco y del clasicismo. En España apenas hay grupos que afronten este tipo de repertorio, por lo que desde un principio pensamos que teníamos que llenar ese hueco.

P. En Muribalta vais a interpretar un repertorio muy concreto… ¿qué nos podéis contar sobre el mismo?¿qué particularidades tiene?¿por qué este y no otro? 

R. El repertorio que vamos a tocar en Muribalta está centrado en la música para flauta y clave obbligato de la familia Bach. El objetivo de este programa es el de ver tanto las diferencias como las similitudes compositivas de J. S. Bach – probablemente el mayor exponente de la música barroca – y de varios de sus hijos más conocidos – todos ellos enmarcados en los diferentes estilos de transición que surgieron entre el barroco y el clasicismo musical -.

P. ¿Tiene influencia el espacio a la hora de que la música suene de una u otra manera?

R. Sin duda. La inspiración no es la misma dependiendo del espacio en el que se toca. En este sentido influye mucho la atmósfera del lugar, la acústica del espacio, la cercanía y acogida del público asistente…… hasta algo que puede parece tan trivial como la temperatura, influye de manera positiva o negativa en el intérprete. 

P. ¿Qué significa para vosotros formar parte de Muribalta?

R. Creo que el equipo está haciendo un gran trabajo con este festival. En apenas dos años ha crecido mucho, tanto en calidad como en cantidad de conciertos. No es fácil poner de acuerdo y conseguir el apoyo de tantas instituciones como ha hecho Carlos Bonal, y creo que es encomiable que quiera llevar música de tan alta calidad a los vecinos de la Ribera Alta del Ebro. Hay que tener en cuenta que mucha de esta gente no tiene acceso de manera habitual a este tipo de conciertos. Ofrecer estas oportunidades es responsabilidad tanto de los programadores como de las instituciones.