Carlos Bonal Asensio, director general y artístico del «Festival Muribalta», es de Zaragoza, tiene 25 años y se ha formado en el Conservatorio Superior de Música de Aragón como intérprete en flauta de pico, con Matrícula de Honor en su Recital de Fin de Carrera y en el Trabajo Fin de Grado. Con un Trabajo Fin de Máster dirigido por el Investigador Científico del CSIC Antonio Ezquerro Esteban, estudió el Máster en «Musicología, Educación Musical e Interpretación de la Música Antigua» (Universidad Autónoma de Barcelona / Escola Superior de Música de Catalunya), obteniendo también la máxima calificación. Ha asistido a cursos de alta especialización en España, Italia (Romano Canavese), Holanda (Conservatorio de Ámsterdam) y República Checa (Early Music Days).

En la actualidad, desarrolla su tesis doctoral en la Universidad de Granada sobre los ministriles y la música instrumental catedralicia de la Zaragoza de los siglos XVI y XVII. Ejerce la docencia en la Escuela Municipal de Música de Ejea de los Caballeros, preside la Asociación Musical «Villa de Alagón», que organiza las «Jornadas Musicológicas Villa de Alagón» —en las que se han programado una veintena de conciertos y conferencias—, y forma parte de la Asociación Patrimonio Sonoro, que co-organiza el Festival Muribalta.

Pregunta. ¿Cómo nace la idea de este festival?

Respuesta. La segunda edición de “MURIBALTA. Festival Ribera Alta del Ebro: Música, Patrimonio y Gastronomía” nace con el propósito de poner de relieve el importante patrimonio histórico-artístico de la Comarca Ribera Alta del Ebro a través de conciertos de eminentes solistas y prestigiosas formaciones camerísticas de proyección nacional e internacional (con la adición, además, de la parte gastronómica, consistente en la colaboración con los pequeños obradores y establecimientos de cada municipio, aparte del género aportado por los patrocinadores privados). Se trata, en definitiva, de ofrecer una programación singular y de gran calidad en el medio rural, involucrando tanto a los ciudadanos como a las instituciones, así como a los usuarios de residencias y miembros de asociaciones de la tercera edad y de mujeres que hay en todos los pueblos.

P. ¿Qué criterios se han seguido para la selección de los artistas?

R. Como la primera edición contuvo cuatro recitales de Música Antigua a cargo de solistas, en esta segunda edición —en la que hemos apostado por la consolidación del proyecto— se ha mantenido parte  de la programación con música de este tipo, pero, a la vez, pero también hemos querido incluir recitales especiales, no tan habituales en otros festivales. Así se podrá escuchar un dúo de violas da gamba la iglesia de Pleitas, donde nunca se ha programado ningún concierto, un recital de acordeón mesotónico en Boquiñeni, otro de arpa ibérica en Bárboles, una copla de ministriles con organista en Gallur, o un percusionista contemporáneo en Sobradiel. Esto solo es una parte de la programación, artistas muy interesantes que pocas veces se han llevado al medio rural.

P. ¿Por qué en la Ribera Alta del Ebro?

R. La Comarca ha sido la institución que ha apostado decididamente por este festival. Al presidente José Miguel Achón le presentamos una propuesta que daba continuidad a los conciertos del año pasado, porque los alcaldes de los cuatro municipios que los habían acogido querían mantener el programa y ampliarlo. En principio pensamos en diez municipios, y ahí el Presidente fue tajante: hay que programar en  los 17 pueblos. Y así fue. Por unanimidad salió adelante el proyecto en el pleno de la institución del pasado mes de junio.

A partir de ese momento nos pusimos a trabajar. Pensamos que era una oportunidad para esta Comarca con la que los miembros de la Asociación Patrimonio Sonoro estamos muy vinculados, sobre todo con Alagón. Siempre hemos soñado, desde que estudiábamos música, con que algún pueblo de la Comarca acogiera un proyecto similar al “Curso-Festival Internacional de Música Antigua de Daroca”.

Ahora con este festival, este sueño es una realidad. Por otra parte, hay muchos elementos que pueden atraer al público a estos conciertos: la proximidad de la Comarca con Zaragoza y otras zonas importantes de la provincia como Campo de Borja, Cinco Villas, o Valdejalón, además del relevante patrimonio histórico-artístico, hacen de ésta un lugar propicio para la implantación de un proyecto cultural de este tipo.

 

P. En el festival hay también una serie de conciertos en residencias de mayores y asociaciones en distintos pueblos, una programación paralela con el nombre de “Conciertos en Compañía” ¿Qué objetivo tiene?

R. El objetivo es ofrecer un recital de Música Antigua a todos aquellos usuarios de residencias y  asociaciones vecinales en el medio rural que, habitualmente, no tienen acceso a actos culturales de este tipo. Se trata de conciertos interactivos y participativos, en los que la audiencia interviene con los músicos y disfruta mucho con una música bastante desconocida para ellos, pero que les emociona y les hace vibrar en sus butacas. Es un público tremendamente agradecido y generoso.

P. Además hay también una serie de talleres y actos culturales que se incluyen en la estructura del propio festival.

R. Exacto. Como proyecto multidisciplinar, abierto todo tipo de audiencias, se han programado cuatro actividades culturales (la proyección de un documental, la presentación de una novela, un paseo patrimonial con música y danza histórica en directo y una conferencia) y cuatro talleres pedagógicos a los que podrán asistir los alumnos de las Escuelas Municipales de Música de las localidades y de los Conservatorios Profesionales de Aragón, principalmente, aparte, por supuesto, de todos aquellos que lo deseen. El objetivo es que exista una interacción con los propios intérpretes una hora antes del inicio del concierto, de modo que pueda haber una pequeña explicación/contextualización del repertorio, una muestra de instrumentos, etc.

P. También se ha buscado la participación de la hostelería de los pueblos y la colaboración de patrocinadores para dar a conocer al público productos de la Comarca. ¿Es también un festival gastronómico?

R. Yo creo que, más que un festival gastronómico, es un festival que busca, a través de la gastronomía, aportar valor a este proyecto de turismo cultural de calidad. Es decir, tras las explicaciones guiadas del patrimonio que acogerán las iglesias, cuando termine el concierto, los asistentes, dependiendo del municipio, tendrán la oportunidad de degustar productos elaborados en las panaderías de la Comarca maridados con vino  de Aragón, de los patrocinadores privados, de distintas asociaciones (rosquillas, migas) y, finalmente, de los establecimientos de diversos pueblos. De esta manera, estamos contribuyendo a potenciar y apoyar las economías locales. 

P. Es una apuesta muy ambiciosa con muchos actos que además se van a grabar en vídeo. ¿Desde la Asociación Patrimonio Sonoro pensáis continuar con más ediciones?

R. Por supuesto, y en ello comenzaremos a trabajar una vez concluya el festival. De una edición a otra el crecimiento del festival ha sido exponencial, y ahora toca, como mínimo, mantener un proyecto de estas características. Gracias a las grabaciones en vídeo de alta calidad —tanto en la producción como en la postproducción— el festival tendrá una difusión internacional, para mayor conocimiento del mismo, y de la Institución que lo sustenta, la Comarca Ribera Alta del Ebro.