Sensibilidad, creatividad, una puesta en escena impecable y un conocimiento exquisito de las piezas que reinterpretan son los ingredientes principales del dúo El Mantel de Noa. Con siete años de vida a sus espaldas, Pilar Gonzalvo y Miguel Ángel Fraile nos transportan por todo el mundo tan solo interpretando su repertorio con maestría y cariño. 

Hablamos con ellos tras su paso por el festival y su concierto en Luceni

Pregunta: ¿Cómo trasladáis imágenes (como por ejemplo, una montaña irlandesa) a la música? ¿Cuál es vuestro proceso creativo y artístico?

El Mantel de Noa: Nuestra música es descriptiva. Hacemos “pequeñas bandas sonoras” para cada melodía y es nuestro público el que pone imágenes en su imaginación. Los timbres de los instrumentos que manejamos en escena nos ayudan a este cometido. No cabe duda que el arpa es un instrumento que invita a la ensoñación. Esto, unido al timbre inconfundible de la uilleann pipe irlandesa, te traslada de inmediato a paisajes de la isla esmeralda.

Respecto al proceso creativo, nos hemos empapado de cancioneros de música tradicional de distintos puntos de Europa, así como de músicas antiguas y sefardíes. En nuestro proceso compositivo, tomamos la melodía tradicional como ‘leitmotiv’, alrededor de la cual creamos variaciones y armonías hasta que conseguimos llevar la melodía hasta un estilo propio y característico del grupo. En los últimos años tendemos a la composición total de melodías.

P. En diversas entrevistas comentáis que, para ambos, Irlanda y Armenia están muy presentes por la cercanía personal (y profesional) que tenéis con ambos países. ¿Qué elementos son los que más os llaman la atención a nivel melódico y rítmico de las obras tradicionales a la hora de reinterpretarlas a vuestra esencia? 

M: Nos conocimos hace más de treinta años. La música que en esos momentos interpretábamos era fundamentalmente irlandesa, aparte de aragonesa. Siempre nos llamó la atención cierto tipo de melodías de este país, como las del arpista Turlough O´Carolan, por su especial forma de componer a caballo entre lo tradicional y lo clásico. Ambos somos miembros de O´Carolan, un grupo que durante años recreó la obra de este compositor.

Ese espíritu lo trasladamos al dúo creando composiciones, como hemos dicho, descriptivas. Respecto a Armenia, hace años que quedamos cautivados por el sonido del duduk, un instrumento cuyo timbre invita a la ensoñación. La mixtura del duduk y el arpa es especial y única en Europa para interpretar melodías armenias que poseen unas cadencias características para la relajación.

Vengan de donde vengan las melodías, en el grupo existen unos pilares básicos a la hora de la elección de melodías. Por un lado, la belleza, cómo la melodía te atrapa desde el primer momento, y por otro los ritmos característicos de ciertos países que nosotros llevamos a nuestras composiciones, dotándolas así del sentido que les queremos dar.

P. Una pieza tradicional reinterpretada, ¿por qué debería considerarse una obra nueva y no apropiación cultural? (un apunte que, quizás, os hayan comentado alguna vez) 

M.: Para interpretar música tradicional del país que sea, tiene que haber un estudio previo y ser un profundo conocedor de los instrumentos, ritmos y tradiciones que dan sentido a este tipo de músicas. Desde el respeto más absoluto, se recrean melodías siempre apuntando que están basadas en una música tradicional. Cuando estas músicas se sacan del contexto para lo que fueron creadas en su lugar de origen (liturgia, danza y distintas manifestaciones tradicionales como trilla, fiestas de solsticio…) dejan de tener sentido. Es por ello, que como decimos, el respeto ha de ser total para enseñar y difundir a un público ajeno a ellas ese hermoso legado.

Iglesia de Luceni durante el concierto de El Mantel de Noa (2.10.2022)

 

P. ¿Qué repertorio escogisteis para Muribalta?

M: Nuestro concierto es un viaje apasionante por la música de Sefarad, melodías que nos transportan a paisajes atlánticos o al recogimiento de Armenia. Por otro lado, tocaremos algunas composiciones propias que hemos realizado en los últimos tiempos. Todo el repertorio está incluido en nuestro último trabajo, ‘Islas errantes’

P. ¿Influye el espacio en la sonoridad y la inmersión en las piezas?

M.:Por supuesto. Una iglesia es un lugar magnífico para este tipo de músicas. Hace falta cierta paz para crear un ambiente propicio en un concierto de El Mantel de Noa. Intérpretes y público hacen brotar una atmosfera especial.

P. ¿Qué significa para vosotros formar parte de Muribalta? ¿Qué impresiones os despierta?

M.:Creo que la palabra es “orgullo”. Muribalta es un milagro que ha nacido en la Ribera Alta. Llegó cuando nadie lo esperaba. Calidad, sensibilidad, cultura, implicación de los pueblos… son los ingredientes de una pócima mágica llamada Muribalta