Marta Vela (Coslada, 1985) destaca por su versatilidad, su pasión por la música, y su ímpetu por las artes. Actualmente, combina su faceta de músico con la docencia en la Universidad de Zaragoza.

Sus cualidades como músico y comunicadora la han conducido a publicar en medios a nivel nacional como Es.Radio, Cadena Cope, TVE 1, Radios Nacional, El País, El Mundo o La Razón. 

Su último libro, «La jota, aragonesa y cosmopolita», pone en valor la trayectoria internacional de la jota durante el siglo XIX, que durante aquella época, inspiró a grandes compositores tanto de Europa como de América. Hablamos con ella tras su paso por nuestro festival presentando su última obra.

Pregunta: Háblenos un poco sobre el libro «La jota, aragonesa y cosmopolita», que presentó el pasado septiembre en las actividades complementarias de nuestro festival. 

Marta Vela: Es un libro que pone en valor la trayectoria internacional de la jota durante el siglo XIX, la era de la cultura cosmopolita. Tirando de un hilillo, como siempre empieza cualquier investigación, me suscitó una gran curiosidad la cantidad de obras que había inspirado la jota en Europa y América hasta bien entrado el siglo XX y me pregunté cómo fue posible semejante difusión si ninguno de los compositores que visitaron España desde 1844 pasó por Aragón. De ese enigma partió todo.

P. Poner en alza el valor de la jota aragonesa no parece tarea fácil… ¿qué le animó a investigar sobre esta disciplina musical y sobre la figura de Florencio Lahoz?

M: El descubrimiento del compositor Florencio Lahoz, oriundo de Alagón, fue fundamental. Su obra, la Nueva jota aragonesa, de 1840, es el germen de la expansión internacional de la jota. Sin embargo, la obra de Lahoz hubiera sido desconocida si no hubiera sido difundida desde la capital mundial del siglo XIX, París, por parte de una cantante de origen español, Pauline Viardot-García, quien adaptó la obra de Lahoz y la cantó por toda Europa.

P. En una entrevista a La Vanguardia comenta que la jota tiene una versatilidad musical muy concreta, ¿en qué sentido se encuentra aquella?¿podemos encontrarla en todas sus versiones y variaciones?

M.:La jota parte de un componente virtuoso, tanto para cantantes, instrumentistas y bailarines, y este punto es fundamental, porque se convirtió en una pieza muy vistosa, muy esperada por el público. De este modo, la jota se fue expandiendo por esta dimensión brillante que fascinó a medio mundo.

En 2020 y 2021 recibió el “Premio Princesa de Girona”, en la modalidad de Artes y Letras, otorgado por la Fundación Princesa de Girona y la Casa de Su Majestad el Rey. | Fuente imagen: Marta Vela
 

P. ¿Considera que existen estigmas asociados a la jota aragonesa que afectan a esa desconexión con los conjuntos musicales de orquesta?

M. Los estigmas de la jota se los hemos puesto nosotros mismos. La época del llamado “baturrismo” (como algo peyorativo), es decir, durante el siglo XX, fue precedida del triunfo internacional de la jota durante el siglo XIX. ¿Cómo es posible? Afortunadamente, poco a poco vamos saliendo de una situación que, considerada desde una perspectiva global, es inconcebible, la de rechazar algo nuestro que ha tenido tantísima proyección.

P. ¿Qué necesidades están todavía sin cubrir para poner en alza la jota aragonesa como Patrimonio de la Humanidad? A su criterio, ¿por qué debería merecer ese reconocimiento? 

M. La jota debe ser Bien Inmaterial de la Humanidad al igual que otras manifestaciones artísticas similares, relacionadas con el folclore, como el flamenco o el tango. La iniciativa ante de la UNESCO, promovida por la Academia de las artes del folclore y la jota aragonesa, y apoyada después por los gobiernos autonómicos y central, ha cobrado una gran fuerza en este momento, y esperemos que pronto se pueda conceder esta condición a la jota, que sin duda la merece.

P. ¿Qué influencia cree que tienen eventos y actividades como este festival organizado en la Ribera Alta del Ebro? ¿hacen falta más eventos como este?

M. Pienso que, en la actualidad, se habla mucho de despoblación y etc., pero que hay pocas iniciativas que verdaderamente pongan en valor el medio rural. Muribalta me parece un elemento dinamizador fundamental a partir de la cultura que, además, tiene un éxito evidente por su calidad musical y la asistencia del público

P. ¿Qué impresiones tienes sobre Muribalta?

M. Es notorio que supone un gran esfuerzo levantar un festival íntegramente dedicado al mundo rural con tal cantidad de eventos. Es un pequeño milagro musical que, en su segunda edición, el festival haya crecido de manera exponencial. Espero que se consolide con el paso de los años y que se convierta en una atracción turística de primer orden en Aragón.